¡Hola lectores! Un año más , vengo a hablaros de mi experiencia en la Feria del libro de Madrid. El año pasado era la primera vez que asistía y quedé prendada del ambiente, del entorno, de las autoras con las que pude hablar y de las amistades que inicié. Es por eso que este año esperaba con ansias la llegada del mes de junio. Como siempre, mi leal compañero de batallas estaba dispuesto a compartir conmigo la experiencia pero, es más, por ciertas circunstancias, tuve la suerte de pasar ese fin de semana con mis dos cuñados más benjamines, a los que tengo que agradecerles la paciencia e implicación con esta loca de los libros.
Como creo que ya empieza a ser tradición, el sábado nos desplazamos a Madrid por la mañana temprano. Tenía apuntadas todas las actividades del día y los nervios y las ganas podían conmigo. Este año me hacía especial ilusión porque, en vista de que no pude ir al RA, era la ocasión que tenía para volver a ver a Lidia (del blog Con libros y a lo loco) y Carmen (del blog y canal Libros escondidos). Ese es otro de los encanto de ese fin de semana, reencontrarte con amistades que has forjado allí y que se mantienen gracias a las redes sociales.
Pues bien, siguiendo con la crónica, nosotros al llegar a Madrid nos fuimos directamente al parque del Retiro, así sin anestesia y preparados para el calor que hacía. Dimos nuestro primer paseo y nos fuimos a comer temprano porque de 15:30 a 17:30 era la merienda Kiwi y no quería perdérmela. Llegamos como a mitad de la merienda y enseguida nos contagiamos del buen ambiente que se respiraba. En esta merienda pudimos averiguar cosas como, por ejemplo, el título de la próxima novela de Victoria Vílchez «Si solo fuera un cuento de hadas» y que podrá llegar a nuestra casa por octubre. ¡Deseando!
En la merienda no solo estuvimos interaccionando con las autoras, haciendo preguntas, conociéndolas más, sino que hubo también sorteos y, además, tuve la oportunidad de conocer en persona a Patricia del blog Las hermanastras de Cenicienta. Fue un encuentro breve pero me encantó porque después de la relación por las redes me apetecía muchísimo conocerla en persona.
De la merienda nos fuimos corriendo a hacer cola para la firma de libros de María Martínez y Alice Kellen. Debo reconocer que me espero hasta que María y Victoria confirman el fin de semana al que irán a la Feria para programar el viaje. Y siempre con los dedos cruzados para que coincidan y en un mismo fin de semana pueda verlas. De momento estos dos años ha funcionado jeje. En esta ocasión me ha hecho muchísima ilusión que María se acordara de mí, creo que si alguien hubiera capturado el momento habría visto la flecha de amor que se me clavó en el corazón. Como siempre es un solete y ya con ese mensaje privado me tiene en el bote de una manera… 🙂 Alice fue también muy simpática y cariñosa, desprendiendo ese aura de inocencia y timidez que hacen que te den ganas de abrazarla fuerte.
Con mis libros firmados, me dispuse a realizar ciertas adquisiciones para aumentar la familia. Hice un gran esfuerzo por moderarme y por eso solo me traje para casa 4 de los 10 libros que tenía apuntados (todo un logro, aún no me lo creo). Aunque algunos los terminaría de comprar el domingo.
Esa noche, para poner la guinda al pastel estuvimos inmersos entre ritmos de salsa, pasodoble, merengue, etc. con los compañeros de baile de mi cuñada. La verdad fue una estupenda manera de terminar el día y nos lo pasamos estupendamente. En otra vida prometo aprender a bailar de todo, en esta los pies de pato no me acompañan como yo quisiera. El domingo por la mañana regresamos a la feria para conseguir que Anna Casanovas me firmara Herbarium y La Partitura. Me sorprendió gratamente la cercanía, espontaneidad y buen humor de esta autora. Si antes la admiraba por sus historias, ahora más por su persona. Gracias a Anna tuve el placer de conocer a María José Tirado y llevarme para casa «Acero bajo la piel». Es el primero que tengo de ella pero no dudo que habrá más en un futuro.
Y con todo esto terminó mi periplo por tierras madrileñas. Me ha servido para recargar pilas, aumentar la ilusión, frotarme las manos ante las próximas lecturas que me esperan en la estantería y para desconectar de la rutina. La única espinita que me ha quedado clavada es el no haber podido asistir al evento que organizaban desde la sección de romántica de la editorial Pàmies, Phoebe romántica el domingo siguiente. Me habría encantado conocerlas. El rato que compartí el sábado cuando adquirí La promesa de Grayson fue fantástico. ¡El próximo año más!
¿Habéis ido a alguna feria del libro o evento este año? ¿Qué os parecen? Contadme si os entusiasman tanto como a mi 🙂
El segundo estante a la derecha 
El año que viene más😍😍😍
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¡¡Eso, eso!! 🙂 🙂
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